Mi deseo es trabajar con todas las personas que quieran comprometerse con su bienestar y que se auto-responsabilizan de su vida.
Un día, de este momento vital de gran intensidad, llegó a mis manos información de un máster en pedagogía sistémica, y algo muy profundo me impulsó a matricularme sin saber muy bien porqué.
La maternidad y esa formación, junto con el proceso personal que derivó de ellas, fueron una de las más grandes transformaciones de mi vida. Poder vivirme a mí misma y a mi sistema familiar desde esta comprensión me dio una oportunidad para empezar a habitarme como madre, como hija y como mujer desde un lugar totalmente nuevo, más puro, más auténtico, más humilde, más libre y respetuoso conmigo, con mi familia, y con todas las personas en general. Fue una auténtica luz después de tantos años de búsqueda, de terapia y de formaciones. Después de aquella primera formación me entregué a ese conocimiento y a las ganas de compartirlo y seguí especializándome y profundizando en movimientos sistémicos y constelaciones familiares.